Andaba Julián fugándose—
el fundador de las fugas—
a ver si hallaba refugio
de soldados y patrullas.
Y es que fue él que hizo la wiki,
sea verdad o farfulla,
el sitio de los secretos,
la wiki que todo
ilustra.
De Australia salió el gran hacker,
país de las cacatúas,
con el rabo entre las piernas
y haciéndose de las suyas.
Mas pronto se vio querido,
hasta en la lista “se busca,”
metido en muchos problemas,
mentado en bandos y bulas.
Entre suecos y británicos
y bajo la misma luna,
de los Estados Unidos
temía las leyes justas.
Cuando de repente escoge
de las embajadas, una:
la del Ecuador, sorpresa
entre las tantas y muchas.
Dieron asilo político.
Las naciones, iracundas,
tramaron complots y atajos
para esta maniobra inmunda.
Pero dio el fin de la historia
la mera mera Huesuda.
Vino por Julián directo.
No contaban con su astucia,
pues Assange merendaba—
de todo un poco le gusta—
comida ecuatoriana, y ¡zas!
se ahoga con un pan de yuca.
Así fue que el fundador
del sitio de muchas fugas,
fugándose del destino,
no encontró, pues, fuga alguna.