The word calavera (literally "skull") has many meanings in Mexico, from the famous drawings and papier-mâché skeletons, to sweetbread and sugar-candy skulls and bones. A calavera is also a poem of satirical verses, published in newspapers this time of year for Día de los Muertos, poking fun at well-known figures through an imagined demise. This one alludes to Hans Christian Anderson's "The Emperor's New Clothes" ("El traje nuevo del Emperador"), and to some traditional spooks, in reference to a certain South American politician.
Llámese Pérez o López,
Gómez o Sánchez o Chávez,
emperador egocéntrico
de más de un país el mal es.
Dictador, por otras señas,
que busca lucir ademanes,
procura un traje nuevo
jamás visto por rufianes.
La Calaca le da cuerda,
estambre roja y telares,
y obreros bolivarianos
sin derechos laborales,
mantenidos como zombis
sin medios que les señalen
oposición a su líder
ni crítica de sus planes.
Sale el sátrapa al alba
vestido color de sangre,
y ahí entre la muchedumbre,
que una niña lo delate,
apuntando con un dedo,
gritándole sus verdades:
“Tú nunca fuiste Bolívar.
Quítate de entre titanes.
Te veo como desnudo,
como lo que eres: farsante.”
Estas palabras sonoras,
mágicas y fulminantes,
mataron al opresor,
tumba’o de su pedestal.
Ahí lo recogió la Muerte,
se lo llevó al lugar que arde,
y entre tanta llamarada
y tantos déspotas cuates,
al difunto dictador
se le antojó andar sin traje.
Y así fue, cantando claro,
con la lengua sin pelaje,
que la voz de la inocencia,
la niña buena al rescate,
al vampiro petrolero
le quitó la vida de antes,
para darle chamba nueva
sin derechos laborales
en las fábricas de azufre
con los demonios de Dante.