As part of an assignment in my spring 2008 course, Flower and Song: Synthesis of Mexican Poetry, student Alicia Dudek illustrated the Aztec myth of Coatlicue. Alicia has graciously given me permission to reproduce her work here as Guest Artist!
Coatlicue, diosa de la tierra, barría en Coatepec, el monte de la serpiente.
Una bola de plumas de colibrí le cayó del cielo.
Coatlicue recogió las plumas resplandecientes y vibrantes y se las puso en el pecho.
Sorprendentemente, como milagro divino o bien como broma de los dioses, Coatlicue se quedó embarazada.
Pero su hija Coyolxauhqui se enojó y acudió a sus cuatrocientos hermanos para que atacaran a su madre. Decidieron matarla por su vergonzoso método de concepción.
Mientras tanto, Coatlicue dio a luz (y no sólo de manera figurada sino literalmente) al dios del sol.
Huitzilopochtli nació feroz, vestido en su armadura de plumas de colibrí y con su xiuhcoatl, una serpiente de fuego que era arma de los dioses.
Degolló a su hermana Coyolxauhqui y tiró la cabeza al cielo, donde quedó como la luna. Mató a sus cuatrocientos hermanos y los convirtió en estrellas.
Huitzilopochtli, el hijo heroico, se hizo dios del sol, y convirtió a su madre en diosa de la tierra.
Tuesday, May 26, 2009
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