Las muelas de juicio
da la Facultad de Derecho
duelen con más juicio
que las de la Facultad de Siniestro.
El meñique le chismea al pulgar
y salta tres dedos para retomar su lugar.
El pezón oprimido quiso levantarse en protesta.
El pezón lamido pudo levantarse por placer.
Truena el tobillo,
no sin antes caer
el relámpiego.
Osa la mano
manosear
manosear
la nalga o el seno,
oh, cuando ostentados,
porque diseñados
porque diseñados
para ser manoseados.
Piel: pergamino peludo de pliegues, perforaciones, y protuberancias.
Los ojos son los pozos del espíritu.
Ventanas del alma, ¡mis narices!
Vuelve la vulva de su viaje en barco
--el constante meneo, la marea de sal--
hecha concha que resuena con el rumor del mar.
Regalo del descanso
es el regazo
y el que más lo disfruta
lo ocupa desde el embarazo.
¿Mejilla o cachete?
Pues no es lo mismo mejillón que cachetón.
Pues no es lo mismo mejillón que cachetón.
Los penes, la mayoría del tiempo, cuelgan bajo la raya, como comas, de tipografía diversa, pero a veces, en casos de turgencia, se convierten en puntos, ¡de admiración!
El perineo marca la frontera
entre la pompa francesa
y la nalga española.
Una uña luna
se torna sol
con brillo
de esmalte.
De San Francisco de Sales el votivo
está hecho de cerilla del oído.
"Erase un hombre a una nariz pegado,"
escribió Quevedo,
que era un hombre a unos lentes pegado.
¿Reloj de sol?
Cualquier extremidad despejada.
¡AuXilio! ¡La aXila está asfiXiada de antioXidante!
La vitamina D es nudo
Handsome, like tinted snow flowers falling from heaven.
ReplyDeleteIs there an innocent child stretching himself out to anticipate them?
Who will pick them up, gather them in and own them for himself?
In serene silence, joy, and humbleness?