Bruce Dean Willis

is Professor of Spanish and Comparative Literature at The University of Tulsa. His research and publications focus on diverse aspects of poetry and performance, and expressions of Indigenous and African cultures, in Latin American literature, particularly Brazil, Chile, and Mexico.

TIME FOR CHOCOLATE is available for purchase through One Act Play Depot! A brief description:

An intoxicating evening of music, poetry, and chocolate... in pre-conquest Mexico!
Based on a fifteenth-century dialogue among nobles schooled in rhetoric and philosophy, the play pits father against son in a war of words over the power and beauty of artistic expression.

Wednesday, January 6, 2010

Magos, Reyes, Santos

Siempre me asignaban, en las Christmas pageants de antaño, el papel de rey mago. Recuerdo haber llevado una vez una bata elaborada que hizo ad hoc mi mamá, de colores llamativos y diseños esotéricos. Me gustan los reyes magos. Caen bien, aunque un poco pesados también, no tan livianos como los pastores. ¿Santos reyes? ¿Reyes magos? Pero casi nunca "santos reyes magos." ¿Un mago, un rey, y un santo?

Tanto en EUA ("We Three Kings of Orient Are") como en el mundo hispanohablante existe la tradición de sus nombres: Melchor, Baltasar (apodados en México "Malhechor" y "Va a asaltar"), y Gaspar. Pero también existe, en el mundo hispanohablante, la tradición de que Baltasar es africano y monta un elefante (los elefantes africanos, a diferencia de los asiáticos, nunca han sido domados), y los otros dos, vagamente del Medio Oriente, montan un camello y un caballo. Bueno, conste que ni sus nombres ni sus animales aparecen en los evangelios.

En el D.F. sigue la tradición de las fotos con los reyes en La Alameda, claro. Y para los niños de buena fe los reyes traen regalos durante la noche del 5 para el 6 de enero - en vez de las botitas o stockings, es la costumbre en muchos hogares el colocar los zapatos en la puerta, ventana, o chiminea como recipientes de los regalitos - ya no incienso y oro sino juguetes y dulces. Los niños (y papás) más atentos llenan los zapatos de heno para los animales, y dejan también rosca o alguna merienda para los reyes.

La rosca es mi tradición favorita del también llamado Día de Epifanía, fin del maratón festivo "Guadalupe-Reyes." La rosca se parece al kings' cake de Mardi Gras en la costa estadounidense del Golfo de México. Pero hay de roscas a roscas. Muchas, las comunes, están secas y decoradas con frutitas cristalizadas. Otras tienen relleno: crema, mermelada de frambuesa (!!)... Y su consumo se acompaña con chocolate caliente o café. Muy sabido es que todos parten su propia rebanada de la rosca, porque el que encuentre el muñequito (el niño Jesús - a veces se ponen dos o más muñequitos para mayor diversión) se ve obligado a invitar a los demás a comer tamales con atole el día dos de febrero, el Día de la Candelaria, en el que se supone que María y José llevaron a Jesús a presentarlo en el templo.

Minidiálogo de los reyes (continuación de la minipastorela):

Baltasar: ¡Chin! ¡Este elefante se me encabritó!
Melchor: ¿Ya llegamos? Me muero de impaciencia.
Gaspar: El regalo superior es el amor.

Una Rosca de Reyes ejemplar que hizo mi esposa. Tiene nueces y moras.

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